¿Que hacer con la tos en los niños?

¿Que hacer con la tos en los niños?

Una pregunta que frecuentemente se presenta en la consulta pediátrica es qué hacer con la tos en los niños. La tos representa uno de los síntomas más frecuentes de muy distintas  enfermedades, desde varicela hasta neumonías, por ejemplo.

Estudios científicos recientes muestran que la tos se presenta en algún momento del año en prácticamente la totalidad de los niños. de hecho, uno de cada diez padres consideraba que su hijo tosía más que los demás niños, 69% que tosía con los resfriados/catarros y hasta 55% sin dicha enfermedad. La cuarta parte de los niños tose de manera habitual en las noches.

Debemos recordar que la tos es un mecanismo de defensa de nuestro organismo. Por ejemplo, ante la posible agresión por algún cuerpo extraño, microorganismo o contaminante, nuestro aparato respiratorio intenta su expulsión a  través del reflejo de la tos, muchas veces acompañado por la producción incrementada de expectoración o “flema”. Es, finalmente, una reacción del organismo a algo, por lo que su comprensión debe encaminarse a diferenciar que es lo que está ocasionando la tos.

Antecedentes

Es importante considerar que las vías respiratorias de los niños se encuentran en desarrollo y maduración, al mismo tiempo que el sistema inmunológico (nuestras defensas) también atraviesa un proceso de desarrollo y memoria, por lo que pueden reaccionar de manera diferente a los adultos. Esto es especialmente importante si recordamos que un niño completamente normal puede enfermarse entre 5 y 8 veces al año de las vías respiratorias.

Para fines prácticos, los médicos dividimos la tos en tos aguda y tos crónica, tomándose una duración mayor de 4 semanas como punto de división. En ese sentido, la tos crónica representa un proceso totalmente diferente, y siempre debe acudirse al médico para diagnosticar sus diferentes causas, que van desde asma o tuberculosis hasta malformaciones congénitas o cuerpos extraños en los bronquios.

En el caso más frecuente, la tos que dura menos de cuatro semanas, la situación es más tranquila. Generalmente las causas son infecciones virales, autolimitadas, y que no requieren antibiótico.

Siempre deben vigilarse los signos de alarma, que puedan señalar un problema más complicado o que requiera algún estudio o tratamiento distinto. Entre ellos tenemos:

Dificultad para  respirar
Respiración rápida o agitada
Incapacidad para beber líquidos
Fiebre persistente

Tratamiento

En la gran mayoría de los casos, la tos se retirará por sí misma, una vez resuelto el problema causal. Diversos estudios han mostrado que no hay un beneficio real en el uso de medicamentos para la tos menor de cuatro semanas. La FDA (quien regula los medicamentos en Estados Unidos) incluso ha recomendado no utilizarlos en menores de dos años, pues tienen poco beneficio y se asocian a otras complicaciones. Sólo el médico puede decidir en cada caso en particular el beneficio de dar un medicamento recetado para la tos.

En cuanto a otros remedios, existen muchos de ellos. Está generalmente aceptado que los medios ambientales: calor local, cuidado de ambientes fríos, corrientes de aire o cambios de temperatura, beber líquidos abundantes y calientes, son benéficos para controlar la molestia de la tos.

La miel ha sido un remedio estudiado, y si bien faltan estudios, puede ser usada en muchas ocasiones, especialmente en los mayores de un año. Otros remedios como jarabe de agave y extracto de hidra también están en estudios.

En resumen, lo mejor es proteger al niño del frío, tomar muchos líquidos calientes, y vigilar la presencia de signos de alarma, que pudieran indicar la necesidad de acudir al consulta. El uso de otros medicamentos estaría sujeto a cada caso en particular, con apoyo médico si es necesario.

Para preguntas generales sobre el tema, puede utilizar nuestro foro de preguntas, o puede contactarnos para situaciones más específicas.

Referencias

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